Con 39 años, y trasplantada de corazón, la argentina Juliana Finondo será historia. Porque es la primera mujer transplantada de corazón que se convirtió en madre, con fertilización asistida de alta complejidad.
Este primer caso en el mundo fue producto de un riguroso trabajo de los médicos de la Unidad de Embarazo de alto riesgo del Centro de educación médica e investigaciones clínicas (Cemic) de Buenos Aires.

Efectivamente, no hay descripción en la literatura médica de otro nacimiento en circunstancias similares, ya que sólo hay consignados 50 embarazos espontáneos en Estados Unidos.

Juliana Finondo está maravilladas, ya que en 1999, cuando la argentina recibió un transplante de corazón, los médicos le dijeron que tenía sólo un 25% de probabilidades de ser madre. Trece años más tarde, la historia dijo otra cosa. Emilia nació la semana pasada de un embarazo de término con 2,5 kilos de peso y por cesárea.

“Lo novedoso para Argentina y el resto del mundo es la llegada a buen fin de un embarazo logrado con técnica de fertilización asistida de alta complejidad. Es un adelanto sin precedentes” resumió Gustavo Leguizamón, uno de los médicos que participó en este procedimiento.